Un blog para encontrar y esperar.

sábado, 19 de julio de 2008

Nueva amiga


Lleveba un par de dìas y algo me faltaba. El fantasma de la companiìa de no sè què merodeaba mi pequenio cuarto. Casi por instinto, habia visto desde el primer dìa a quien me harìa sentir en casa: una pequenia italiana, ni fena ni bonita, algo mallugada y descuidada.

Por pena no me le habia acecado. Pero me decidì, compre un paquete de cafè, me acerque a donde ella estaba en a cocina, y un poco a escondidas me hice una taza de cafè. Què buena companiìa me ha hecho esa pequenia cafetera!

Coincidencia

Lo que escribì arriba lo pensè la primera vez que me hice un cafè en la casa de estudientes. Justo hoy sabìa que tendrìa tiempo para subir la pequenia narraciòn al blog. La coincidencia està en que por la maniana me tope con Elena, una italiana de Milan, bajita, de ojos brillantes pero no muy bonita. Sin embargo, para que no pase por esa reacciòn nihilista de personificar las cosas, tan tìpica de quien se siente solo, le hice la plàtica y hasta le prometì compartirle de mi sal y azucar.

martes, 24 de junio de 2008

La espera

El camino previsto siempre acaba, y la espera se vacía, nos demos cuenta de ello o no. Y a mí se me está agotando. No para volverse desesperanza, sino porque se me han abierto nuevas veredas. Aquellos camino que me hicieron crear este blog se volvieron pedregosos, llenos de lodo y cada vez más angostos. Digamos que llegué a un lugar de pastos crecidos, y ahora el viaje tuvo un dulce remanso.
El blog cambia entonces de espíritu; ya no es tensión con el futuro, es construcción del porvenir. Me alegra retomarlo, y espero que los lectores-internautas acepten una disculpa por la tardanza.

Como compensación les dejo la página de la famosa Cathy Berberian, la mejor cantante las nuevas técnicas de música contemporánea. http://www.cathyberberian.com/

sábado, 12 de enero de 2008

“Sebastián” o grandes reacciones por cosas pequeñas


Un visitante a mi perfil de mysapce me preguntó cuál era mi nombre verdadero, como si el que apareciese junto a la foto fuese una ficción de internauta.
De repente cruzaron por mi cabeza la simpatía que he sentido por San Sebastián, la misma consonancia de la palabra y todas las ideas a posteriori que he hecho de mi nombre... porque eso he creído que es: mi nombre.
¿Y si todo lo que he pensado respecto a esa palabra fuese producto de buscarme una identidad? ¿Y si “Sebastián” hubiese sido un cúmulo de deseos e ideas de lo que quería ser, o por lo menos un personaje curioso para enmascararme?
La extraña pregunta sembró la confusión entre lo que digo de mi persona a través de mi nombre, y lo que quiero que diga este nombre de mí.
El personaje y la persona se adhieren uno a otro como derretidos por el deseo de ser alguien; alguien que no se decide a tener una identidad o a imponérsela.

[Foto de Abelardo Morell http://www.abelardomorell.net/index.html]

Yves Klein

Yves Klein
Para quienes han usado el "Moment mal!"