Un blog para encontrar y esperar.

domingo, 19 de agosto de 2007

Resucitación (en fragmentos)

Después de la muerte de Bergman siguió la epidemia y en algún momento también se me murió el blog. Por lo menos entró en coma, y quizá haya sido diabético por la melosidad de mi melancolía. Regresando a eso de la muerte. Hablo de epidemia porque en silencio se me han ido muriendo muchas cosas. Resbalándose como agua, ni siquiera sé qué he perdido. Pero estoy seguro que algo está muerto, y que no fue un simple extravío. Algo me dice que ya no vuelve. Por lo menos sé que mis ganas de escribir se han puesto lívidas. Ojalá no me vengan con la sorpresa de que no quieren volver a levantarse.
Por si fuera poco, las coincidencias me han regalado un ramillete de muertes ajenas. Nunca he visto la muerte violenta, sólo aquella que se anuncia despacito. Sin embargo, estos cuentos, incluida en ellos una novela, lograron esbozar en mí la terrible pena de morir. Una niña de tres años aplastada en un accidente, una mujer que deja a su familia entera al morir de una enfermedad inexplicable, la disolución de una protesta tiros… Por todos lados escucho de muerte. Y casi como revancha, estas memorias negras se van llevando algo de mí a su tumba. Quizás esto es lo que se me ha estado muriendo. Si no, sólo espero que no me estén enterrando vivo y en partes.

6 comentarios:

Rafa dijo...

Todo indica transformación. El mundo se desmorona hasta quedar en la espesa negrura, de la cuál emerge nuevamente la vida. Hay que sumergirnos, dejar que el vacío nos envuelva para gestar el tiempo necesario. Transformación será nuestro nuevo nombre.

Un abrazo, mi vida se está transformando también... ya te contaré.

vanto y vanchi dijo...

..y si hablamos de transformaciones, entonces es mejor que tú y yo nos sentemos a platicar porque hay para rato!!

Un abrazo!

Darío Zetune dijo...

quizá, ¿el paso previo a una metamorfósis?

Saludos.

La machincuepa dijo...

¿Qué le pasa? Este blog está más muerto y frío que mi difunto marido, mi hijo, mi secre, el joyero, Gutiérrez ...

rodrigo antonievich dijo...

yo también siento esa muerte de algo, pero tampo sé de qué
creo que es esa falta de ilusión ilusoria, como sin chiste que a uno lo mantiene ocupado pero que no va más allá
creo ya no puedo regresar a ese momento, como que esa cómoda congelación ya no estará más
y bueno, a ese proceso finito de resquebrajar tranquilamente cada fragmento de hielo, poco a poco, con paciencia y abrazos
y vuelvo a pensar en tu unicidad

Francisco Cerón dijo...

Gracioso, o justo una sentencia, que en la misma página inicie y acabe el fragmento, aunque ¿acaso un fragmento tiene principio y fin?, ¿no se perdería sólo por el hecho de tratar de completar algo? Probablemente la muerte, y las muertes, sean fragmentos de lo incierto. Sin principio, sin fin...
Resonancias, más que afinidades. Secretos y perturbadas miradas...
Saludos, si aún este hijo tuyo reclama su progenitor.

Yves Klein

Yves Klein
Para quienes han usado el "Moment mal!"